Oh, querida Santa Fe
Gran obra de ingeniería
Eras el punto de origen
De penas y de alegrías
Cuántos pañuelitos blancos
De adioses y bienvenidas
De risas y algunos llantos
Cuando ibas y venías
Recuerdo cómo llenabas
De vapor de agua el andén
Con soplidos de elefante
Cuando se marchaba el tren
Y cuando al llegar a un túnel
Tus carbonillas manchaban
Al viajero que, de pronto,
Sus ventanillas cerraba
Al llegar a la estación
De nuevo tú resoplabas
Ganándote un buen descanso
Después de largas jornadas
Hoy te he vuelto a contemplar
Tanto como aquellos días
Ahora estás en un museo
Ya no estás sobre las vías