Después de tomar el tren
Entré en mi compartimento
Creí que estaba vacío
Pero ella estaba dentro
Era muy guapa, por cierto
Era una divinidad
Y sus ojos me observaban
Llenos de curiosidad
Al rato, como entre dientes
Se puso a tararear
Un trozo de una zarzuela
Madrileña y popular
Yo me senté junto a ella
Y empezamos a cantar
De La Revoltosa, el Dúo
Difícil de interpretar
Cantamos con embeleso
Y cuando llegó el final
Nos fundimos en un beso
Dulce, eterno, celestial
Me dijiste, ¿qué ha pasado?
No me lo puedo explicar
Tú no tienes compromiso
Mas yo me voy a casar
No te avergüences, mujer
Nos embrujó la canción
Que el beso que te atormenta
Nunca saldrá del vagón
Al marcharte, me dijiste
“Ya nunca podré olvidar
Ese beso que nos dimos
Al terminar de cantar”
Entonces te dije adiós
Y lo dije susurrando
Tú te perdiste en la niebla
Yo me quedé meditando