----A Don Efraín---
Fue un día de primavera
Cuando escuché tocar tango
Me acerqué a ver quien era
Ya había gente escuchando
Era un músico ambulante
Sobre la acera sentado
Entre sus manos tenía
Un bandoneón muy ajado
De pronto le pregunté
Si se acordaba de un tango
Un tango que no grabé
No encontré música a mano
Es el último organito
Aquel del caballo flaco
El del renco y el monito,
Sonriendo lo toco un poco
Me presté a colaborar
Y lo hice con encanto
El fuelle empezó a sonar
Le acompañé con mi canto
Así por primera vez
Me vi en la calle cantando
Recostado en la pared
Fue en Madrid, calle Preciados
Sentí que se transportaba
Al ver la gente aplaudiendo
Quizás pensaba que estaba
En La Boca o en San Telmo
La di un apretón de manos
No fue un adiós, fue hasta luego
Pues seguro que sus tangos
Nos juntarán en el cielo